Por: Jason Fuentes
Los guatemaltecos expresan su angustia y preocupación por saber cómo va la economía del país luego de un desastroso impacto que se obtuvo a raíz de lo que provocó la pandemia en Guatemala.
Economía antes de la pandemia
Los análisis de realizados por el Banco de Guatemala y el Fondo Monetario Internacional destacan que Guatemala tenía un tipo de cambio estable, una inflación dentro de la meta establecida por el banco central y niveles reducidos de deuda pública, lo cual reflejó la estabilidad macroeconómica del país y su resiliencia frente a sucesos económicos adversos tanto internos como externos. No obstante, también hacen énfasis en la debilidad de las instituciones guatemaltecas, la falta de certeza jurídica, la corrupción, entre otras problemáticas. (Banco de Guatemala 2019).
¿Y qué pasó durante el auge del covid-19 en el 2020?
Antes de la propagación del coronavirus, la economía mundialestaba experimentando una desaceleración en la actividad económica y comercial que demandaba más participación de las autoridades para disminuir los potenciales riesgos a los que se enfrentaba la economía. En el caso de Guatemala, las expectativas para finales del año 2020 eran positivas y apuntaban a un desempeño macroeconómico sólido, pero con importantes retos en materia de desarrollo humano, clima de negocios, entre otros.
¿Cómo va la economía del país en el 2021?
Los indicadores económicos de los primeros seis meses del año reflejan los resultados de la estrategia de reactivación económica y social que impulsa el gobierno en colaboración con los diferentes ministerios del país, busca entre otros, más inversión y producción con el fin de generar empleo y así mejorar la calidad de vida de los guatemaltecos. En este sentido, Guatemala tuvo cifras positivas y, según proyecciones, seguirá en
esa línea. Una de ellas es el crecimiento en las exportaciones desde enero, con un 7.4%, y en mayo llegó a 16.6%, según información del Banco de Guatemala.
Asimismo, el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE), el que tiene como propósito medir la evolución de la actividad real de la economía en el corto plazo, llegó a 15.7% en su tasa de variación, resultado influenciado por el crecimiento en las actividades de reparación de vehículos, industrias manufactureras, actividades de alojamiento, servicio de comida, esparcimiento y recreativas, entre otras.
Según Noé Campos, quien es copropietario de una microempresa dedicada a la fabricación de productos a base de plástico, la peor situación que pudo pasar en la estabilidad de los empresarios fue la que trajo consigo la pandemia. Comentó que tuvo que despedir a un 25% de sus trabajadores en el año 2020, afectando así no solo a la producción de su empresa sino también a las familias que se quedaron sin un ingreso, pero que esa situación a mejorado en el presente año, ya que pudo reincorporar a por lo menos al 21% de esos trabajadores, “Espero que la situación del país mejore y así poder dar más trabajo a las personas que se vieron afectadas y que aún están en esa condición desde el año pasado” expresó.
La economía también se ha visto estimulada por el incremento en un 42.7% en ingreso de transferencias internacionales de dinero o remesas de migrantes guatemaltecos, según el reporte de junio del Banco de Guatemala. El resultado de la reapertura de la economía también lo demuestra el Producto Interno Bruto (PIB) trimestral, el cual creció 4.8%. Quiere decir que aumentó el valor total de los bienes y servicios finales producidos por el país durante el primer trimestre del año. Esos indicadores económicos se traducen en una mejor recaudación, la cual beneficia a la población, porque habrá recursos para prestar más servicios y contar con una mejor cobertura en todo el país. El reporte de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) describe un aumento de los ingresos en un 26.5% en el primer semestre del año.
Estadística basada en la proyección del año 2020 por el Fondo Monetario Internacional.
Fotografía por: Selvin Curruchic/DCA.
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