Por: Isabel Pacheco
El acoso se puede presentar de diferentes maneras, desde una plataforma digital hasta un acercamiento físico en el que las mujeres son las más vulnerables ante el acoso de los hombres en la calle, en donde el acercamiento físico hace propensa a las mujeres a que el acoso se convierta en violencia.
“Nadie lo habla, pero los piropos son realmente incómodos” expresa Karla Linares, estudiante universitaria. La incomodidad y la falta de respeto son dos factores principales que perciben las mujeres al sentirse acosadas con un piropo, posteriormente de vivirlo se procura superarlo, pero no se es la misma persona luego del acoso, así como el acoso sexual, en el que ninguna mujer será la misma tras ser abusada y acosada sexualmente.
La vulnerabilidad que sufren las mujeres desde un piropo hasta la incertidumbre por saber si volverán a casa o no, el miedo que provocan las calles desoladas por la noche y la necesidad de correr y voltear hacia atrás por seguridad personal, estas y muchas otras situaciones atraviesan las mujeres guatemaltecas a diario. Pasan las guerras y las pandemias, pero las mujeres siguen sin sentirse seguras en la calle.
El acoso callejero sucede porque vivimos en una sociedad en la cual los hombres desde muy temprana edad observan que otros hombres “piropean u observan” a mujeres y al crecer lo ven como algo normal. No saben diferenciar hasta qué punto es un elogio o una falta de respeto.
“Las conductas que presentan los hombres son conductas adquiridas o aprendidas. Algunos de ellos tocan sus partes íntimas, hacen gestos incómodos y usan un vocabulario inadecuado” indica María Fernanda Hernández, psicóloga.
Muchos de los mismos acosadores han sido abusados de niños y lo ven como algo normal o lo hacen como una forma de venganza o defensa. La sociedad y el entorno donde viven los hace repetir el mismo tipo de conducta o la falta de educación y valores no les permite entender la delgada línea de un halago a un piropo.
“Porque sí, un piropo de un desconocido en la calle, es acoso”, afirma Hernández.
La edad de una mujer no define que sea acosada. Existen mujeres que, desde muy temprana edad, las niñas se ven involucradas en estas situaciones, han sido acosadas y también mujeres de edad avanzada, siguen siendo acosadas, el acoso parece ser una condena eterna para las mujeres.
Fotografía: El Universal
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